Elideth Fernández fotodocumentalista y corresponsal en la Mañanera por el Movimiento Consciencia, denuncia que no es posible que haya TANTAS Y TANTAS DENUNCIAS ante las autoridades pertinentes, y no se aplique la ley de forma pronta y expedita en un Estado de Derecho. Aprovechó para regalarle una foto de su autoría al presidente de México.
Señor presidente, aprovecho para obsequiarle una fotografía de mi autoría tomada durante la Ceremonia Ritual de los Voladores de Papantla, uno de los hombres-pájaro sostiene EL CARTEL ANTITAURINO en su descenso, con todo el simbolismo que esto conlleva.
« Preservemos nuestras tradiciones, cultura de vida, respeto y compasión. Sabiduría ancestral. No Más violencia y barbarie »
« Mi denuncia radica, señor presidente, en que no es posible que haya TANTAS Y TANTAS DENUNCIAS ante las autoridades pertinentes, y no se aplique la ley de forma pronta y expedita en un Estado de Derecho. »
Señor presidente, en el año 2016 realicé un foto-reportaje en el Festival Cumbre Tajín, una ventana excepcional para conocer las culturas indígenas y múltiples identidades de nuestro pasado y presente. Constaté en ese evento que los pueblos originarios NO consideran parte de su cultura ni de sus tradiciones la barbarie tauromáquica. Por lo mismo, fue natural e inmediata su adhesión a nuestra campaña por la abolición de las corridas de toros. Cuento con un vasto registro gráfico que corrobora lo que afirmo, así como con la viva voz de uno de los ancianos de la Casa de los Abuelos Sabios, que en plena conformidad con nuestro cartel antitaurino, lo iba traduciendo en su lengua totonaca: « Preservemos nuestras tradiciones, cultura de vida, respeto y compasión. Sabiduría ancestral. No Más violencia y barbarie », enriqueciéndolo, incluso, con distintas manifestaciones, como: construyamos juntos un camino para el buen vivir.
Millones de mexicanos estamos orgullosos del legado y tradiciones ancestrales de los pueblos originarios; en el caso específico del que me ocuparé, no podemos sustraernos a la fascinación de la cosmovisión de los Voladores de Papantla. Evidentemente, cuando no es comercializado más como espectáculo, que como ceremonia. Durante generaciones los hemos contemplado en infinidad de regiones, ciudades, complejos culturales, plazas, etcétera. Hasta ahora no he sabido que alguien haya visto inmolar una gallina negra en el hoyo cavado previamente donde se levantará el palo, como aseguran algunos cronistas que esto se hacía, ni se busca el árbol más alto, recio y recto del monte para sacrificarlos a ambos para este ritual milenario. Incluso en la actualidad hay mujeres voladoras que cuentan que tenían prohibido tocar el palo, ya que era una señal de mal augurio. Como haya sido, la cosmogonía y profundo simbolismo de este rito, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, sigue estando vivo, pero se ha ajustado a nuestros tiempos como signo de sabiduría.
Por lo antes expuesto hacemos un llamado al senador Adolfo Gómez Hernández, involucrado en el ritual de un ave sacrificada en el Senado de la República, y a quienes lo secundaron, a que escuchen dentro de su corazón indígena la sabiduría de sus abuelos arriba mencionados, y que se enteren que se pueden seguir conservando costumbres y tradiciones sin que se lastime a ningún ser vivo.
Más aún, podría el Senador Gómez Hernández comprometerse a coadyuvar a erradicar actividades sincréticas de extrema crueldad que aún perviven.
Pero también, señor presidente, en el Mercado de Sonora en la Ciudad de México, se venden animales para sacrificios que se ejecutan con una brutalidad indescriptible, cabras, chivos, gallos, palomas y hasta especies en peligro como los colibríes utilizados para supuestos amarres de amor. Se sigue azuzando a las personas a que conserven falsas creencias, cuando esto sólo beneficia a un grupúsculo manipulador.
Mientras sigamos consintiendo y fomentando lastimar al prójimo, seguiremos encontrando decenas de cadáveres previamente torturados y mutilados de perros en los parques donde se pasean las familias, como es en el Bosque de Nativitas en Xochimilco, y así eternizándonos en el círculo de la violencia. Las acciones educan. Porque como lo hemos expuesto en este espacio en múltiples ocasiones, hay una estrecha relación entre la crueldad animal y la criminalidad.
Por otro lado, se presume una violación al artículo 23 de la ley federal de sanidad animal por el sacrificio destinado o no al consumo humano en conformidad con la NOM 033 correspondiente, tanto en el caso del ave sacrificada fuera de su zona demográfica amparada por usos y costumbres, como en el de la carnicería de bóvidos en las plazas de toros.
Además, dicha NOM establece, entre otras cosas, cito, que: no se permitirá el acceso a los menores de edad a los lugares en donde se realice la matanza de animales. Así también, el Mercado de Sonora presuntamente viola la Constitución Política local, así como la ley de Protección a los Animales de la Ciudad de México. Y a casi un año, aún no se puede dar con el o los asesinos seriales del Bosque de Nativitas. Ya hay denuncias en todos los casos, algunas de años, pero éstas apenas si avanzan o han sido ignoradas. Mi denuncia radica, señor presidente, en que no es posible que haya TANTAS Y TANTAS DENUNCIAS ante las autoridades pertinentes, y no se aplique la ley de forma pronta y expedita en un Estado de Derecho.
Videos Cumbre Tajín:
REFORMA CONSTITUCIONAL DE PROTECCIÓN Y CUIDADO ANIMAL, UNA INICIATIVA DEL EJECUTIVO Y DEL MOVIMIENTO CONSCIENCIA
Versión estenográfica del 14 de mayo de 2024
Galería:
Fotografía: Hans Salazar
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