#ZoosNoSantuariosSí

Agradecemos  la presencia de todos los asistentes a este foro y a nuestros extraordinarios ponentes: fue un privilegio compartir este podio con el gran poeta, novelista, activista ambiental y diplomático mexicano, fundador del Grupo de los Cien, el señor don Homero Aridjis.

Nos acompañaron, también, la Sra. Jimena Suárez Ibarrola, maestra en Derecho por la Universidad de California, Berkeley, de la Fundación Movimiento Consciencia, e integrante del Área de Derechos Sexuales y Reproductivos del CIDE; el Sr. Jesús Velázquez Flores, diputado integrante de la LXIII legislatura del Estado de Veracruz por el Partido de la Revolución Democrática a quien no le fue posible asistir pero envío un mensaje (fragmento):

Veracruz hizo historia con la aprobación de la iniciativa que gracias a un trabajo en conjunto con las diversas asociaciones protectoras de animales en el estado y principalmente a Movimiento Consciencia con quien desde el inicio de esta legislatura arrastramos el lápiz para conformar una agenda animalista en nuestra fracción parlamentaria donde la visión vanguardista de nuestros legisladores fue determinante… Exhorto a los congresistas a tomar acciones vanguardistas presentando esta iniciativa en la Ciudad de México y en aquellos estados donde existen zoológicos. Con la creación de Santuarios, se generarán empleos e importantes proyectos sociales y turísticos que favorecerían significativamente la economía en las ciudades

El Sr. Juan Jorge Aviles Ortega, premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica del CONACYT, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y Coordinador General de Medio Ambiente en la Delegación Cuauhtémoc; y por último a la Dra. Teresa Menéndez Taboada, antropóloga de la UNAM, docente en instituciones de Educación Superior, vocera y asesora de la Fundación Movimiento Consciencia. Asimismo, contamos con la presencia de la fotógrafa Elideth Fernández cuyas aportaciones en el ámbito fotográfico es utilizado por grupos comunitarios, espacios educativos, culturales o solidarios como un género fotográfico documental y artístico hacia la defensa de los derechos de los animales.

« El presente foro será histórico en muchos sentidos, pues a partir de aquí el reto será la transformación de todos los zoológicos en santuarios y, paralelamente, la educación poblacional como eje rector de dicho avance que no sólo es de orden social, sino también evolutivo. En efecto, la iniciativa contempla la legislación y la enseñanza, la instrucción en el marco de una simbiosis integral destinada a generar verdaderos cambios positivos y además perennes. Así, este tema que nos ocupa va más allá de un mero espacio, es un propósito para crear valores, una nueva filosofía y, más importante aún, la promoción de un semillero de principios fundamentales.
Estamos convencidos de que, en la actualidad, la figura de los zoológicos, noción arcaica y vetusta, debe desaparecer absolutamente y abrirle camino a centros de salvamento, de asistencia, de recuperación y de educación dotados de nuevas tecnologías, ante todo por supuesto en provecho de los principales concernidos: los animales allí albergados. Como es evidente para cualquiera que no viva y lucre con los zoológicos, estas prisiones travestidas quebrantan abiertamente los derechos elementales de los animales, al fundamentar de forma ilegítima y arbitraria su existencia en un estado perpetuo de reclusión y de sufrimiento, pero también atentan contra los derechos humanos, al carecer de un valor pedagógico, y proyectar y anclar sus anti-valores en detrimento de ambas partes.
Efectivamente, dado que los niños en un zoológico aprenden que se puede y que sería « normal », « lícito » y hasta « moral » aprisionar e incluso incomunicar a un inocente, asimilan implícitamente a discriminar a los más vulnerables, a abusar de ellos estableciendo a la vez distinciones cualitativas entre estos, por ejemplo inculcándoseles que sería más importante ver o preservar a una especie que otra, es decir, estableciendo una falsa jerarquía de valor entre ambas. Muy al contrario, es capital, y lo es hoy más que nunca, inculcarles cuál fundamental es la conservación de ambos, pero también la preservación de su libertad.
Sobre esta base, abramos pues ya las puertas de las jaulas que deban abrirse, sobre todo las de las jaulas de la ignorancia y de la ignominia. »

Sin lugar a dudas, es preciso cubrir una laguna educativa en cuanto a los animales se refiere, tanto los domésticos como los silvestres. En nuestra actualidad, y como lo han demostrado más allá de cualquier discusión los mayores neurocientíficos del planeta, en especial en el marco de la Conferencia del Memorial Crick de Cambridge en 2012, los animales, además de ser seres sensibles y pensantes, son poseedores de derechos básicos, no solamente porque tienen la capacidad de sufrir y de gozar, sino porque los estudios científicos de punta arriba citados han demostrado irrefutablemente que son individuos plenamente conscientes: conscientes de su entorno, de su condición, pero también de sí mismos como individuos.
¿Sus explotadores y verdugos nos dirán que otros temas « son más importantes »?
Les responderemos que no hay nada más importante que inculcar en la población y sobre todo en la infancia los valores de la empatía, de la ética y de la justicia, ya que estos cimientos se verán reflejados a corto plazo en una mejor sociedad.
Como todos lo sabemos – y por mucho que algunos pretendan « no verlo » – la falta de empatía es un generador de violencia, de vicios, y de abusos latentes.

El número de animales salvajes que viven en la Tierra va a disminuir en dos tercios para el año 2020.
Esta caída, esta desaparición trágica y racionalmente inimaginable, es parte de una extinción en masa que está destruyendo a incontables individuos, aniquilando irreversiblemente a manadas y familias, y, a mayor escala, a todo el mundo natural, del cual evidentemente depende la humanidad.

Ahora, en la raíz misma de este apocalipsis animal (no temamos más a las palabras y pongámosle nombre y apellido a los responsables) se encuentran los cazadores – proveedores de los zoológicos, circos y redes de tráfico de especies y vivisección –, y los ganaderos, lo cual explica el apoyo incondicional de la mafia taurina (o « tauromafia ») a estos sectores de explotación. Así, en una perspectiva zoo-ecológica, la mayor causa de la desaparición de los animales es la destrucción de áreas silvestres y de sus poblaciones salvajes, en beneficio principalmente de dicho sector ganadero (por cierto, y por si fuera poco, el más contaminante del planeta).

Por consiguiente, obremos por que nuestros presupuestos vayan dirigidos a proteger los hábitats naturales, a las especies e individuos amenazados de muerte y desaparición, y no a construir llanuras de explotación masiva y escaparates carcelarios en una sórdida mole de cemento.

Hay que concretar juntos el necesario y urgente cambio de paradigma que cristalice por fin nuestros sueños de vida, de libertad y de respeto para todos.

LIGA DE LA INVITACIÓN

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ANIMALES: CONCIENCIA Y DERECHOS por Elideth Fernández

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