¿Corridas de toros durante el Cervantino? Claro que no, es otra triquiñuela más de los taurinos

México, 12 de junio de 2019.

A la Opinión pública

A la Comunidad Animalista

A la Comunidad Artística

El Festival Internacional Cervantino no considera ni considerará semejantes espectáculos anacrónicos y bárbaros como las corridas de toros dentro de sus actividades.

Los aficionados a la tauromaquia en su desesperación por su inevitable y paulatina evanescencia, recurren a toda clase de triquiñuelas, nótese la publicación de TV Guanajuato Canal 8 el día dos de mayo de 2019: « Será para el mes de octubre durante el Festival Cervantino, que la fiesta brava regrese al suelo de Guanajuato capital, con una corrida de toros que reinaugurará el Coso de Santa Fe, confirmó el presidente municipal, Alejandro Navarro, esto luego del acercamiento que han sostenido los propietarios de la plaza de toros, la cual de acuerdo a un estudio recientemente realizado, confirmó que la estructura principal se encuentra en buenas condiciones para poder ser utilizada para cualquier espectáculo además de los toros. Sólo será necesario darle mantenimiento a las áreas que han sido afectadas por el paso del tiempo y el abandono, especialmente los exteriores ». (1)

Dicha publicación de TV Guanajuato Canal 8 corrobora el vicio y el deseo insano de los torturadores, ejecutores directos e indirectos, empecinados a continuar, a costa de lo que sea, con sus sangrientos rituales « sacrificiales » – término éste último igualmente propio de los perpetradores,–gente que disfruta entre vítores y ríos de alcohol, entre ellos niños adoctrinados y formateados desde su más tierna infancia, mirando cómo se masacra lentamente a un ser sintiente, sensible y consciente, considerado como tal en nuestra Constitución de la Ciudad de México desde el año 2018. Sería inadmisible, y más aún en la esperanzadora transformación de régimen que promete una evolución de la conciencia, que se fuera en contrasentido, y que los espacios dedicados a enaltecer el espíritu humano con las bellas artes se vean al contrario invadidos ahora con espectáculos que adoctrinan en la violencia y corrompen a nuestra niñez.

Movimiento Consciencia – Fundación Internacional por el Reconocimiento de la Consciencia y de los Derechos de los Animales, solicitó de manera respetuosa pero también muy firme un pronunciamiento al respecto antes de cometer alguna injusticia en señalamientos que enturbien el Festival Internacional Cervantino frente a la mirada nacional e internacional; para nuestro beneplácito recibimos una inmediata y puntual respuesta por parte de la Dirección de « El Cervantino », la cual celebramos, reconocemos y felicitamos por su postura ética y estética: « Esta Dirección trabaja de manera coordinada con las autoridades de la ciudad de Guanajuato y no tenemos programado ningún evento en las fechas en las que se realiza el festival en el espacio mencionado, mucho menos una corrida de toros. »

La tauromaquia no es arte, es tortura pura y llana, así lo han demostrado suficientes estudios científicos sobre el terrible sufrimiento del toro en la plaza durante la así llamada faena, a saber la emboscada y ejecución programadas de un individuo inocente, consciente y aislado, cometidas con premeditación, alevosía y ventaja por una caterva de carniceros curtidos en el marco de un ritual de sangre (expresión de los aficionados mismos) consistente en infligirle sevicias metódicas y sistemáticas de forma codificada hasta su muerte.

Por lo anteriormente expuesto, gran parte de la comunidad artística y el Movimiento por los Derechos de los Animales rechazamos contundentemente que se contamine la imagen del Festival Internacional Cervantino, con notas tendenciosas y tramposas, que pretenden hacer creer que la tauromaquia pueda siquiera comulgar con las grandes expresiones artísticas que han engalanado y galardonado siempre tan importante evento artístico y cultural durante décadas, consolidándolo dentro de los cuatro mayores festivales de su género en el mundo. Las corridas de toros ya no tienen cabida en la moral de nuestra época – si acaso lo tuvieron en alguna – mucho menos en un Festival de Arte y Cultura, salvo que en un futuro próximo se instaure el Museo Histórico sobre el holocausto de la tauromaquia.

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