El mundo del toreo mira desvanecerse, en estos tiempos de pandemia, a uno de sus mayores impulsores, el fugado por corrupción y cazador de elefantes, rey emérito Juan Carlos I de España. Recordemos que en el mes de abril de 2012, circuló a nivel mundial una imagen donde se le observaba, orgulloso, con rifle en mano posando al frente de un elefante que había asesinado previamente a sangre fría.
Juan Carlos I, se ha refugiado en República Dominicana de los continuos escándalos que lo persiguen. Ahí lo han acogido sus amigos multimillonarios “los Reyes del Azúcar”, pertenecientes a la conocida familia de esclavistas Fanjul. Los Fanjul, descendientes de españoles, se hicieron ricos en Cuba con la caña de azúcar y han amasado una enorme fortuna con la explotación de braceros en distintos países.
Bajo el reinado de Juan Carlos I creció una corte a su imagen y semejanza que lo ha apoyado en sus negocios turbios, en sus cacerías y correrías.

«Cabalgata en un ser inocente persiguiendo a otro ser inocente»

 

Son varios los personajes de la familia real aficionados a las sangrientas corridas, particularmente la Infanta Elena y sus hijos, quienes acuden con frecuencia a los toros. Se ha escrito que el rey Felipe VI y la reina Letizia son poco asiduos a la Plaza, sin embargo, recientemente éste tomó partido por la tauromaquia(1), a pesar de tratarse de un tema que polariza a la sociedad española. En un acto oficial reciente, Felipe VI ha presidido la entrega de los Premios Taurinos y Universitarios de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y en su intervención subrayó «el inmenso capital de talento y esfuerzo universitario y taurino que esta institución ha dado a conocer».

Sin embargo, su madre, la Reina Sofía, paradójicamente, siempre ha mostrado su inclinación antitaurina.
Ante estas circunstancias recientes, nos permitimos recuperar algunos dibujos críticos de Paco Catalán sobre el papel de la realeza ligado a la crueldad de los espectáculos tauromáquicos.
Desde 2014, día con día, el pintor, dibujante y profesor Paco Catalán (Valencia, España, 1947) publica una viñeta diaria en redes sociales para defender los derechos de los animales, sus dibujos se han convertido en una referencia para todos aquellos comprometidos con su sufrimiento y visibilización, y quien cuenta con decenas de miles de  seguidores en twitter y en instagram.

Siempre que hace sus dibujos, afirma, piensa lo mismo: “Si gracias a estos trazos, un animal, un solo animal, se salvara, ya habría merecido la pena hacerlo”.

Su trabajo abarca varios temas de crítica social, desde la corrupción hasta la crisis económica, la pobreza, los desahucios y la falta de valores. Sin embargo, su énfasis está puesto en la denuncia de la crueldad contra los animales: tortura y asesinato de los toros en distintas tradiciones bárbaras, cacería, abandono de mascotas, uso y asesinato de miles de galgos; explotación animal en sus muy diversas versiones que solo la deshumanización puede concebir.
Sus viñetas le han traído un muy merecido éxito a Paco Catalán, mismas que han sido usadas como estandartes en distintas acciones animalistas, como manifestaciones públicas y campañas digitales. Su obra es, sin duda, una acción colectiva de arte y reflexión.
Artículo de la Red de artistas e intelectuales por la abolición de la tauromaquia sobre el dibujante Paco Catalán.