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#ZoosNoSantuariosSí

Veracruz: decreto estatal de conversión de los zoológicos en santuarios

Este jueves 21 de enero de 2016, a menos de un mes de haberse convertido en el primer estado en prohibir el ingreso de menores de edad a espectáculos de tortura tauromáquica (ver: https://goo.gl/QfZJDx), el estado de Veracruz volvió a marcar la pauta de la evolución y el progreso en materia de protección animal al haberse aprobado, en la sesión del Congreso del Estado, la INICIATIVA DE DECRETO QUE REFORMA Y ADICIONA DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA LEY DE VIDA SILVESTRE PARA EL ESTADO DE VERACRUZ DE IGNACIO DE LA LLAVE, una moción sometida a la atención de los legisladores por el diputado Jesús Velázquez Flores, diputado del Partido de la Revolución Democrática en la LXIII Legislatura del H. Congreso del Estado de Veracruz.

Llevada a cabo dentro del marco de la Cruzada por la Cultura, la Conciencia y la Compasión del Movimiento Consciencia – Fundación Internacional por el Reconocimiento de la Consciencia y de los Derechos de los Animales, esta innovadora iniciativa tiene como objetivo la conversión de todos los zoológicos del estado en santuarios, una propuesta a gran escala que contempla, en primera instancia, el rescate, alojamiento y cuidado de animales que han sido explotados, maltratados y víctimas de abusos a lo largo de su vida en circos y ferias, y, en un plano más amplio, de aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción y por ello requieren de un espacio seguro que, además de garantizar su seguridad y su integridad, sirva como base para una reinserción ulterior en sus medios y hábitats naturales.

A una mayor escala, estos nobles avances se inscriben dentro del marco de los esfuerzos llevados a cabo en países desarrollados en los que cobra un auge creciente la creación de santuarios, es decir, de instalaciones específicas donde los animales son reguardados y considerados por su valor intrínseco como los seres sensibles, pensantes y conscientes que son, es decir como individuos plenamente, a fin de que vivan protegidos y gozando de la atención y respeto que les son debidos por el resto de sus vidas, lejos de toda explotación y ajenos a todo uso o reproducción motivada por el ánimo de lucro. En ese sentido es de mencionar que los animales llevados a los santuarios son salvados de los circuitos infames de la venta, legal o clandestina, a circos, ferias y particulares, donde además son sometidos en una gran cantidad de casos a los horrores de las cadenas de reproducción desmedida y con fines no de conservación, sino llanamente de utilidad y beneficio ruin y bajamente monetario.

En cuanto a la noción de santuario, nueva para muchos, desconocida para la gran mayoría, leamos ahora la definición que de este concepto nos brinda el Santuario de Sikarú, instancia pionera que ha abierto brecha en México por ser la primera en su género en nuestro país (ver: https://goo.gl/uyVWMT):

« Los inquilinos del Santuario son animales que han sido víctimas del abandono, la violencia y la explotación más brutal por parte de los seres humanos.

A diferencia de los refugios de animales, cuya función básica es alojar por un tiempo limitado y luego colocar a los animales sin un hogar, un santuario tiene como objetivo albergar y dar un refugio permanente a cada uno de sus residentes, brindándoles un hogar hasta el día de su muerte natural. Su misión es ser un sitio definitivo y seguro donde los animales reciban los mejores cuidados posibles proporcionándoseles la oportunidad de vivir tan naturalmente como sea posible en un entorno sano, pacífico, y protector.

Pero más importante aún, un santuario es un área que se define por estar libre de las raíces mismas y de las consecuencias del especismo (discriminación de las especies en función de su interés o utilidad para el hombre), un lugar en el cual se mantiene un entorno adecuado y específico para cada residente en función de sus necesidades e intereses propios, de acuerdo con sus características personales, y en el cual cada uno cuenta con su propio espacio privado. Más aún, el santuario es un sitio donde los animales refugiados no son acogidos como meros «animales», sino reconocidos como los sujetos que son, dotados de inteligencia, de una personalidad, de una conciencia personales, y considerados sobre la base de su valor y unicidad impares como individuos.

Consiguientemente, un santuario es asimismo una plataforma orgánica y viva desde donde se defienden incansablemente los derechos y prerrogativas naturales de dichos individuos, un trampolín desde el cual se aplican y proyectan los principios mismos de la abolición de la explotación animal a través de su aplicación formal, tanto por medio de la palabra, del pensamiento, como, sobre todo, de los hechos y realizaciones concretos. »

Aunado a esto, volviendo al caso que nos ocupa, y como se explica en el texto que constituye la iniciativa veracruzana, otra de las muy importantes misiones de los santuarios es la de « educar al público desde la empatía, en especial a los niños, quienes pueden observar, convivir y estudiar de cerca a las diversas especies de animales en sus propios hábitats a través de programas pedagógicos, en vez de una visita al zoológico donde se observa a los animales, en un estado de encierro, estrés y explotación, con comportamientos contrarios a su naturaleza al no estar en su hábitat ».

En efecto, además del hecho de mantener a la infancia alejada de los abusos y la violencia tácitos o explícitos, pasivos o activos característicos de toda sede de explotación, de abuso sistemático y de esclavitud de individuos inocentes, los santuarios de animales cuyas condiciones y naturaleza de los residentes permiten hacer de ellos accesibles al público, son un sitio privilegiado donde los niños pueden conocer a los animales y tener un acercamiento a ellos ya no desde la perspectiva tradicional cartesiana, caduca y funesta, que les enseña a ver en estos a meras « cosas », « objetos », « enseres » o « recursos » animados, sino como los seres dotados de un alma y conciencia que son, los individuos que son realmente, desarrollando a la vez su natural sentido de la empatía y del respeto primordial debido a estos seres inherentemente valiosos, cada uno de ellos precioso y único.

Es por esta razón que este proyecto en sus diferentes capas y estratos será llevado a cabo en una labor conjunta con la campaña #NiñezProtegida del antes citado Movimiento Conciencia, que opera en el sentido de los objetivos arriba indicados.

Finalmente, y paralelamente a la implementación y acondicionamiento de los espacios que servirán de sede a los santuarios, « se creará un Comité Estatal de Supervisión, Asesoría, Reglamentación y Manejo de los santuarios, que contará con médicos veterinarios especializados, etólogos, biólogos, expertos en conservación del equilibrio ecológico y medio ambiente y abogados, así como también se permitirá el acceso y participación activa de organizaciones defensoras de animales que cuenten con el permiso previo del santuario ». Efectivamente, parte fundamental de este proyecto es que será desarrollado en base a políticas estatales en materia de vida silvestre destinadas a la protección de aquellas que se hallaran fuera de su hábitat natural, con el fin de lograr su rehabilitación y posterior reinserción en sus hábitats naturales. Dichos Santuarios « tendrán como norma inamovible, la no alteración de la biología de los animales, el trato ético y el tratamiento etológico, médico y de habitación, acorde a la especie y estado psicofísico de cada animal, y en ellos se prohibirá cualquier actividad comercial o de explotación. »

En conclusión, con lo aquí expuesto, Veracruz se convierte en la primera entidad del mundo en transformar por ley los zoológicos en santuarios a nivel estatal.

Esta iniciativa, ahora ley aprobada, respaldada por intelectuales embajadores del Movimiento Consciencia como entre otros Homero Aridjis, fundador del Grupo de los Cien, la escritora Elena Poniatowska, el artista plástico Francisco Toledo, así como por reconocidas asociaciones de protección animal nacionales y estatales tales como Entrelacemos las Garras; CODEBA, Comité Defensor del Bienestar Animal; MUPRA – México Unidos Por el Respeto a los Animales; y WAD, World Animal Day, es única en el país, y como lo señala la Lic. Maricarmen García Elías, asesora del Dip. Jesús Velázquez Flores, « representa un esquema vanguardista de conservación de especies de animales siendo además un proyecto que podría ser autosustentable y atraer cantidad de turismo e inversión a territorio veracruzano, representa incluso una alternativa de espacio para los caballos de carretoneros que recogen basura en municipios de la entidad y que ya es tiempo de que sean reemplazados por tracción motora.»

Finalmente, por la presente deseamos expresar nuestro reconocimiento y agradecimiento más encarecidos al Sr. Jesús Alberto Velázquez, Diputado del Partido de la Revolución Democrática en la LXIII Legislatura del H. Congreso del Estado de Veracruz, y a la Lic. Maricarmen García Elías, delegada de Movimiento Consciencia en Veracruz y coordinadora de la agenda ambiental y asesora en el ámbito animalista del diputado arriba citado.